Comparación entre Obamacare y seguros médicos privados

En cuanto a las decisiones de salud, no solo se considera el dinero; una persona piensa en su salud, en su futuro y, la mayoría de las veces, en su familia. Esto también podría sucederte a ti, Claudia. Accedes a un sitio web, ves frases complicadas, precios, coberturas y no sabes qué hacer a continuación.

¿Preferirías quedarte con la cobertura proporcionada por el gobierno? ¿O buscas una opción privada que suene más completa?

Elegir entre Obamacare y un plan de seguro de salud privado parece ser solo una decisión financiera. En realidad, es algo mucho más privado. Por lo tanto, en este documento analizaremos cada uno sin terminología compleja ni rodeos: solo la información que necesitas para tomar una decisión informada para ti y para tus seres queridos.

Conclusiones clave

  • Obamacare es beneficioso si tienes bajos ingresos y necesitas asistencia con los pagos.
  • Los seguros privados te ofrecen más opciones, pero tienden a costar más.
  • No todos los planes cubren los mismos servicios; siempre revisa la letra pequeña.
  • Tu estado de salud y tus ingresos son factores cruciales para guiar tu decisión junto con el precio.
  • Haz tu investigación antes de firmar, Claudia; el esfuerzo vale la pena porque tu salud importa.

¿Qué es el Obamacare en términos simples?

Claudia, es posible que ya hayas escuchado este nombre en noticias, redes sociales o en charlas.

Sin embargo, el Obamacare simplemente se trata de una ley que se implementó en USA con el fin de aumentar la cantidad de personas que accediesen a un seguro médico. Esta ley fue formulada por el presidente Barack Obama, de allí su nombre.

La finalidad era que las personas no fueran excluidas por no contar con dinero suficiente o por padecer alguna enfermedad. En el pasado, Obamacare, la gran mayoría de empresas aseguradoras privadas solían rechazar aquellos que ya están enfermos. Todo esto cambió. Ahora, bajo esta ley cualquier persona que califique en base a sus ingresos puede acceder a un plan de salud básico y fiable, independientemente de que tenga condiciones preexistos.

Lo más importante del Obamacare es que se basa en tus ingresos. En caso de que tus ganancias sean mínimas, el gobierno subsidia el costo del plan.

Esto se llama subsidio, cuyo monto puede cambiar, sin embargo, en múltiples situaciones ayuda a disminuir el precio de sus mensualidades sustancialmente.

Si tú, Claudia, posees un ingreso medio o bajo, probablemente califiques para dicho subsidio. Los planes están organizados en niveles como bronce, plata y oro y todos obligatoriamente deben cubrir servicios esenciales tales como, consultas, urgencias, medicamentos y servicios preventivos.

¿Y qué hay de los seguros médicos privados?

Consideremos otro escenario, Claudia. Imagina que no quieres depender de un programa federal. O quizás no calificas para recibir ayudas económicas. En ese caso, los seguros privados aparecen como una alternativa. Aquí no se trata de aplicar en una página del gobierno. Puedes ir directamente a aseguradoras conocidas, revisar sus planes y seleccionar uno acorde a tus necesidades. Estas compañías no dependen del Estado, por lo que funcionan de manera independiente, con sus propias reglas, precios y coberturas.

Los seguros privados suelen ofrecer más variedad. Algunos permiten seleccionar el médico o el hospital que prefieras, incluso sin requerir autorización previa. También pueden ofrecerte acceso a centros médicos que no aceptan planes públicos. Sin embargo, esto tiende a ser más costoso. Claudia, si tú ganas bien o tu empresa te ofrece un plan privado como parte de tu trabajo, puede que esta opción te resulte familiar. Pero no todo es sencillo. A veces hay deducibles altos, condiciones de permanencia o exclusiones que debes leer con detenimiento.

Claudia, comparemos lo que más importa: el precio

Sin duda, los gastos siempre se deben considerar. Si estás inscrito en Obamacare y calificas por un subsidio, el precio mensual puede ser mucho más bajo que en otros lugares. Existen personas que paga menos de cincuenta dólares, e incluso hay casos donde el plan cuesta cero.

A diferencia de eso, los seguros privados, a no ser que pague una empresa, superan los trescientos o cuatrocientos dólares al mes. Eso sin contar el gasto adicional de los hospital y farmacia. Claudia, si como dices tú, solo vas una o dos veces al médico al año, tal vez no notes tanto la diferencia. Pero si tienes una enfermedad crónica que requiera frecuentes tratamientos, hay una mayor posibilidad que de un plan a otro afecte bastante más.

También están los gastos que no cubre el seguro médico. En Obamacare, por ejemplo, los planes plata tienen límites anuales donde puedes gastar. Pasado ese monto, el plan asume el total de los gastos. Con los seguros privados, ese límite suele ser mucho más alto o en algunos casos incluso no es claro.

La cobertura médica también marca la diferencia

Claudia, tus preocupaciones van más allá de cuánto pagas cada mes; considera lo que realmente recibes. Bajo Obamacare, todos los planes deben cubrir las mismas cosas: atención preventiva, vacunas, chequeos, emergencias, hospitalizaciones, salud mental, manejo de enfermedades crónicas y medicamentos recetados. En otras palabras, están legalmente obligados a proporcionar un mínimo integral.

Sin embargo, con los planes privados, hay más flexibilidad en cuanto a la cobertura, a veces incluyendo odontología, visión o terapias especializadas, pero también excluyendo partes que podrías considerar esenciales. Esa flexibilidad puede ser beneficiosa, pero también puede llevar a confusión.

Considera el escenario de seleccionar un plan privado solo porque tiene una clínica cerca de tu casa. Después, te das cuenta de que ciertos análisis no están cubiertos. Eso sucede. Por eso, cada detalle en el contrato necesita ser examinado detenidamente antes de seleccionar uno. La cobertura puede variar mucho, y para aquellos que aprecian la tranquilidad que viene con tener servicios cubiertos claros, un plan de Obamacare sería más fácil de navegar.

¿Quién califica y quién no?

Claudia, aquí las normas son claras aunque en algunos casos estrictas. Es necesario contar con una residencia legal y estar empleando en niveles considerados aceptables para acceder a Obamacare. Estas cifras cambian cada año. En caso de que tu ingreso mensual se encuentre muy por debajo de la cifra, tendrás acceso a Medicaid, pero si tu ingreso está en un rango mayor al necesario pero no llega a la línea de pobreza, entonces no contarás con ningún tipo de apoyo y deberás pagar la totalidad del costo, lo cual no siempre resulta conveniente.

En el caso de los seguros privados, en cambio, no hay límites de ingreso. Puedes contratar uno sin importar cuánto ganes o si el gobierno te da subsidios. Hay que tener cuidado que algunas aseguradoras pueden revisar tu historial médico, aunque ya no pueden rechazar por enfermedades previas desde que se aprobó la ley.

Casos reales que te pueden servir, Claudia

Andrea tiene 29 años, es su propia jefa y recibe unos mil quinientos dólares al mes. Vive sola, no le dan seguro desde una visión empresarial, y posee una tarjeta médica por el control frecuente de sus migrañas. No tiene seguro y usa las consultas médicas por sus migrañas, así que el Obamacare en su caso es ideal. Con subsidio y pagando menos de cien al mes, puede acceder a un plan plata que le brinda cobertura para especialistas y medicamentos.

Ahora, analicemos el caso de Mario. Él tiene 42 años, trabaja en una empresa que le proporciona un seguro privado al 100%. Sus ingresos son altos, así como su frecuencia de visitar a un médico. Su plan le da la libertad de elegir cualquier hospital y lo atienden sin demoras. Considera que el seguro privado le brinda más comodidad, aun cuando tiene un costo un poco mayor.

Claudia, quizás te identifiques más con Andrea o Mario, pero con lo que quiero que te quedes es que debes encontrar la opción que se adapte mejor a tu vida y no solo a tu presupuesto.

¿Y si mezclamos ambos mundos?

Es una pregunta que se hacen muchas personas. Es posible tener ambas coberturas. Puedes optar por un seguro privado y no aceptar el Obamacare, y viceversa. Si te ofrecen un seguro privado en tu empleo y decides optar por Obamacare, existe la posibilidad de que no recibas subsidio.

Y si decides mantener ambas coberturas, el privado será tu cobertura primaria. Si bien el gobierno no restringe acceder a ambos seguros, no siempre tiene sentido financiero. Si ya cuentas con un buen seguro privado, utilizar el Obamacare como suplementario no te va a sumar mucho a menos que sea una situación médica que lo justifique.

Factores personales que debes pensar, Claudia

Cada persona tiene sus propios mundos y por lo tanto tu mundo también es exclusivo. Cuando vayas a tomar una decisión, considera tu cuidado de salud, economía, familia, y tu futuro. Por ejemplo, ¿tienes algún tratamiento? ¿Piensas tener hijos pronto? ¿Vas al médico con frecuencia? ¿Te sientes más cómoda en citas telefónicas o necesitas atención presencial? Las respuestas a estas preguntas pueden que sean más efectivas que cualquier tabla comparativa. Un seguro no es solo una firma en papel. Es la red que te sostiene cuando todo lo demás parece desordenado, así que no lo tomes a la ligera.

Elegir bien es protegerte

Claudia, no hay respuesta correcta. Nadie puede decirte con certeza si el Obamacare es mejor que un seguro privado o viceversa. Lo que puedes hacer es buscar información, leer, preguntar y hacer una autoevaluación. Sabemos que en un momento como este, nadie va a cuidar tu salud mejor que tú. Lo más llamativo en estos casos es que las herramientas están ahí. Lo que se necesita es un momento de calma para decidir. Entender que, a veces, lo barato sale caro y otras veces, pagar más no significa recibir más. Aceptar que tu decisión debe ser lo que tú necesites hoy y lo que pueda ayudarte mañana.

Mi Opinion

No esperes a que ocurra algo grave para darte cuenta de que no estabas protegido. Este es el tipo de decisión que, aunque no siempre es urgente, es importante. Tómate el tiempo para pensar en las diferentes opciones que tienes. Pide ayuda si la necesitas. Hay consejeros gratuitos, sitios web del gobierno y agentes de seguros que pueden explicarte las cosas sin ninguna obligación. No tienes que saberlo todo; solo tienes que estar dispuesta a aprender, como lo estás ahora al leer esto. Eso ya muestra que estás tomando una gran decisión.